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Don Chilo, el amigo

de las flores cobachenses

Por: Leticia Jiménez Muñoz / Área Editorial del COBACH

Vamos a extrañar al amigo y
compañero, el que a primera
hora saludábamos por los pasi-
llos o en las jardineras; al que de
pronto se aparecía con una flor
de su jardín y entregaba recitan-
Si las flores pudieran hablar… te esta despedida, luego de con- do un poema inspirador y moti-
dirían gracias por la dedicación cluir un ciclo de 33 años de servi- vador para continuar en nuestras
a tu gran labor y al cuidado de cio incondicional en esta institu- largas jornadas, a quien de pron-
los jardines donde crecieron. Hoy ción, tu segundo hogar. to aparecía para alegrarnos con
que te despides de cada rincón su canto al son de su guitarra.
verde que día a día atendiste, Con todo ese cariño ganado hoy
aflora la nostalgia al verte par- te deseamos lo mejor, que disfru-
tir. Se va el gran amigo que pro- tes mucho esta nueva etapa de
curó con cuidados y dedicación tu vida, sigue cantando, sigue re-
los jardines de las Oficinas Cen- citando, sigue tu andar con ale-
trales del COBACH, se terminan gría y entusiasmo.
las mañanas donde escuchaban
tus cantos y poemas, extrañarán Chilo, como eres conocido en
sentir los pasos de tu llegada a Isidro de los Santos Ruiz, llegaste la comunidad cobachense, el
temprana hora para rociarles al colegio un 21 de enero del año agradecimiento, la amistad y el
alegría y hacer que relucieran en 1991 y hoy ha llegado la hora cariño siempre serán tuyos. Gra-
cada jornada. de continuar tu vida al lado de cias por haber dejado una huella
tu hermosa familia, de disfrutar imborrable en cada uno de noso-
No solo los jardines están así, tu días de descanso, paseos, entre- tros.
carisma y alegría cultivó grandes tenimientos y seguir cultivando
amistades que se quedan con tus propios jardines.
sentimientos encontrados ante

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